Asegúrate de que tu hogar tenga un buen aislamiento térmico para evitar que el calor o el frío entre o salga con facilidad. Esto te ayudará a mantener una temperatura estable en las habitaciones tanto en invierno como en verano, así como supondrá un mayor ahorro energético que a final de mes se verá reflejado en tus facturas. Si estás planeando reformar tu casa y, además de contar con tarifas de luz y gas competitivas, quieres mejorar su aislamiento, en Podo te damos consejos para que inviertas solo lo necesario en el proceso.
Resumen:
- Beneficios de un buen aislamiento térmico
- Zonas donde mejorar el aislamiento térmico
- ¿Cuánto cuesta mejorar el aislamiento térmico de tu casa?
Beneficios de un buen aislamiento térmico
El aislamiento térmico se puede hacer de varias maneras, ya sea con materiales especiales o diferentes métodos de aplicación. Además de ayudar a reducir el uso de calefacción o aire acondicionado, ofrecen una serie de beneficios que puedes aprovechar.
Reducción de las facturas de energía
Dado que el aislamiento ayuda a mantener una temperatura estable en el interior de tu casa durante todo el año, evitarás que el calor se escape en invierno y conservarás el frescor en verano. Esto puede reducir el consumo de energía hasta en un 90%, por lo que necesitarás solo una décima parte de la energía que usabas antes. Lo notarás enseguida en tus facturas de energía a final de mes.
Protección acústica
Además de sentirte más cómodo o cómoda en casa con una temperatura agradable, los materiales aislantes también ayudan a reducir el ruido exterior. Esto crea un ambiente más tranquilo, libre del ruido de la calle, comercios o tráfico, así como incrementa la privacidad.
Según la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) el 20% de los europeos están expuestos a niveles de ruido continuos que pueden afectar a la salud. Por suerte, gracias a tecnologías como los smartwatches, ahora puedes recibir avisos en tiempo real si el ruido a tu alrededor es demasiado alto.
Impacto medioambiental
Con un buen aislamiento térmico, tu casa consume menos energía y, por tanto, se usan menos recursos naturales para producir electricidad. Esto reduce a su vez las emisiones de gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global, así como disminuye la carga sobre las redes eléctricas, sobre todo en los meses de alta demanda.
Zonas donde mejorar el aislamiento térmico
Para mejorar el aislamiento térmico de tu hogar, tienes que echar un vistazo al estado de las zonas que más contribuyen a la pérdida de calor para poder ahorrar en tu factura y consumir energía de manera más responsable.
Aislamiento térmico de techos
Como el aire caliente tiende a subir, es importante tener techos con aislamiento térmico para evitar que el calor se escape. Utilizar materiales adecuados como espuma de poliuretano, lana de vidrio, lana mineral o aislamiento reflectante puede reducir hasta un 25% la pérdida de calor. Esto se traduce en una temperatura más agradable en tu hogar durante todo el año, sin tener que depender tanto de la calefacción o el aire acondicionado.
Aislamiento térmico de paredes
Si las paredes que dan al exterior no están bien aisladas, tu climatización tendrá que trabajar más para mantener la temperatura estable. En las casas más antiguas, es habitual que las paredes necesiten mejorar su aislamiento acústico y térmico, por eso las facturas de energía suelen ser más altas. Muchos edificios eligen rehabilitar la fachada para mejorar la eficiencia energética y reducir el ruido del exterior.
Para aislar las paredes se pueden utilizar materiales como lana mineral o fibra de vidrio, que ofrecen un buen aislamiento térmico y acústico, así como resistencia al fuego y a la humedad. Con un grosor de 10 cm, puedes ahorrar hasta un 70% en calefacción y aire acondicionado, y reducir el ruido hasta 35 dB.
Aislamiento térmico de ventanas
Las rendijas, grietas o ventanas de vidrio simple pueden dejar entrar el aire frío del invierno, bajando la temperatura del interior de casa. También puedes detectar condensación en las ventanas, humedades en las paredes, o filtraciones de aire por las cajas de las persianas.
Las ventanas de doble acristalamiento con cámara de aire y vidrio bajo emisivo, montadas en marcos de PVC o aluminio con rotura de puente térmico, pueden reducir el gasto energético en un 30%, además de disminuir el ruido en hasta 15 dB. Con un buen sellado de las juntas con burletes o silicona también es fácil mejorar el aislamiento de tus ventanas y puertas.
Aislamiento térmico de suelos
Aunque no es lo primero en lo que se piensa al aislar una casa, los suelos pueden hacer que se pierda mucho calor, sobre todo en sótanos y plantas bajas. Los de concreto o estructuras similares no están aislados, por lo que permiten que el frío suba, enfriando las habitaciones.
Aislar el suelo puede representar un 20% de tu presupuesto. Se usan láminas de corcho o paneles de fibra de madera de 2 cm, materiales responsables con el medio ambiente que ahorran hasta un 10% de energía y reducen el ruido hasta 20 dB.
¿Cuánto cuesta mejorar el aislamiento térmico de tu casa?
La inversión necesaria para mejorar el aislamiento térmico de tu casa dependerá del tipo de material aislante que elijas y del tamaño de la vivienda. Aunque los materiales no son especialmente caros, la mano de obra puede incrementar el precio de la reforma. A pesar de ello, los beneficios hacen que sea muy rentable a largo plazo.
Encontrarás todo tipo de materiales, tanto de origen natural como sintético, para aislar tu casa. Algunos están disponibles en paneles rígidos que se pegan a las superficies, mientras que otros son fibras o elementos sueltos que se colocan en los huecos. Asegúrate de seleccionar materiales aislantes de calidad que no desprendan sustancias tóxicas ni sean inflamables para más seguridad, además de ser resistentes a los insectos y que permitan la circulación del vapor de agua para evitar problemas de condensación y humedades.
Además, muchas comunidades autónomas ofrecen ayudas y subvenciones para eficiencia energética que pueden cubrir entre el 40% y el 80% del coste de la reforma. En municipios pequeños, las ayudas pueden aumentar hasta un 5%, sobre todo en áreas rurales con núcleos de menos de 5.000 habitantes.
Para que tus esfuerzos por mejorar la eficiencia energética de tu hogar sean todavía más rentables, en Podo te ofrecemos tarifas de luz y gas a precios competitivos con opciones pensadas para que pagues solo lo que realmente consumes. Además de reducir tus gastos cada mes, también podrás controlar mejor tu consumo.
